Se profundiza la crisis en la masonería cubana

Las tensiones son cada vez más notables en la crisis institucional de la Gran Logia de Cuba. Foto: Cubanet
Con varias denuncias por su accionar y una abrumadora presión para que abandone el cargo, el actual Gran Maestro (GM) de la Gran Logia de Cuba (GLC), Mayker Filema Duarte, lidera una crisis sin precedentes, que amenaza con un “colapso” en el sistema institucional de la masonería en Cuba, según han filtrado fuentes cercanas a la situación.
“Nadie lo quiere en ese cargo, nadie confía en él y se ha entronizado como un dictador”, adeguró una fuente de la Gran Logia de Cuba, bajo condición de anonimato, debido a que al interior de la Institución masónica se ha implementado una “cacería de brujas” y, por tanto, son enviados a ser juzgados en la Corte Suprema de Justicia Masónica todo aquel que se ha opuesto a las maniobras de los altos funcionarios, a las intromisiones de la Seguridad del Estado e incluso a aquellos que han dado declaraciones a la prensa independiente.
Como último recurso, y tras las presiones de la mayoría de los integrantes de la directiva masónica cubana para realizar una elección que saque democráticamente a Filerma como Gran Maestro, este susperndió todas las sesiones por supuestos actos contra su persona.
“Esto no da más, democráticamente tenemos que acabar con esta falta de respeto a la historia de los Gran Logia de Cuba”, aseguró uno de los líderes de una Logia provincial consultado por Visor Cubano.
Ya en marzo pasado, Filerma fue acusado de dejar la sesión en el limbo, sin liderazgo, y crear el vacío de poder necesario para imponer su voluntad y deslegitimar cualquier intento de resistencia, según reportó CubaNet en ese momento.
“La acusación de ‘golpe de estado constitucional’ no solo resonó en la sala, fue la verdad que todos sentimos en nuestros corazones, la confirmación de lo que estábamos viviendo. Para mí, no hay duda alguna, lo que presenciamos ayer fue un golpe de estado constitucional en la Gran Logia de Cuba”, aseveró uno de los consultados.
Filema llegó al cargo de GM en agosto de 2024 luego de la renuncia del entonces GM Mario Urquía y en medio del escándalo por el robo de más de 19 mil pesos por los cuales este aún no ha sido juzgado ni en lo civil ni en los tribunales masónicos, según fuentes dentro de la Gran Logia.
El propio Urquía lo había desingado previamente como Diputado Gran Maestro (Vicepresidente) y ocupó la Gran Maestría de manera interina hasta la sesión de Alta Cámara de septiembre en la que se acordó que seguiría en el puesto hasta la siguiente sesión para así poder preparar mejor las candidaturas y organizar el desastre que dejó Urquía.
Sin embargo, durante seis meses, Filema solo demostró ser una prolongación de su predecesor y de estar al servicio de los planes e intromisiones de la Seguridad del Estado.
Este es sólo el último suceso de la Gran Logia de Cuba, ya que en 2024, en en ese entonces Gran Maestro Mario Uberto Urquía fue obligado a renunciar a la orden por su responsabilidad en la sustracción de dos millones de pesos, pero él decidió aferrarse al cargo con el respaldo de las autoridades.
Las acusaciones contra el Gran Maestro de ser un infiltrado de la Seguridad del Estado se vieron reforzadas por la intervención del Ministerio de Justicia y del Partido Comunista en los asuntos de la fraternidad para “poner orden”, una situación que mantenía en tensión a la masonería, según reportó 14 y Medio.
Días después de que Urquía Carreño publicara un vídeo dando su versión de los hechos sobre todo lo acontecido en el año –y en el que acusaba de “malas intenciones” a quienes forzaban su salida–, negoció finalmente su renuncia por el “bien de la institución”. Sin embargo, los problemas no parecen haber terminado para él y los funcionarios que lo rodearon.